LA AGONIA DE JESÚS Y DEL HOMBRE EN EL GETSEMANI

(Por Rosa María Ordaz)

 *El dolor de tu pasado, es la belleza de tu presente, (Rosa María Ordaz)

Ha escuchado usted esta expresión: “me encuentro, o estoy pasando por un Getsemaní”, si, ha oído tal reflexión, significa que quien la expresa, está identificándose con Cristo, (en un contexto desolado), refiriéndose al lugar donde Jesús padeció moralmente momentos y emociones de las más dolorosas. Mismas por las que también atraviesa el ser humano; ejemplo: situaciones de abatimiento, tristeza, soledad, abandono, angustia, miedo, decepción, en ocasiones, al grado de percibirse impotente por el dolor de una difamación, traición etc….

Este escenario refiere a Jesús en el Getsemaní, al mismo tiempo nos describe, una persona que hace suyo todo el dolor del hombre, el de usted, el mío, el de sus hijos etc.  Reconocemos que efectivamente hemos experimentado tales emociones dolientes; así como los dilemas que nos ponen en las encrucijadas más desesperanzadoras; sin “luz”, ni dirección, para tomar decisiones, de las cuales depende la salud, el futuro, la vida.

En lo más adverso a nosotros, buscamos evadir el sufrimiento a toda costa. Nos resistimos al dolor moral o físico, simplemente porque “nuestra naturaleza humana pareciera que no fue diseñada para sufrir”. Mi última frase es una ironía, estamos conscientes, o llegamos a pensar que fuimos creados para sufrir. Sin embargo, nacimos para vivir en plenitud. Lamentablemente las circunstancias accidentales, el desorden moral, pecado; la transgresión de principios éticos universales nos conduce al aturdimiento del sufrimiento.

Jesús de 33 años, en su hondo y largo Getsemaní, pronuncia las siguientes palabras en dialogo de oración con Dios; describiré literalmente alguna de las distintas traducciones “Padre, si quieres, si puedes, aparta de mí este cáliz, copa”, (pero no se haga mi voluntad, sino la tuya).  El cáliz del dolor y de la muerte. Comprendió que se encontraba en una circunstancia sin salida, debido a los acontecimientos en vísperas del día siguiente. Su Papá, no contesta, sólo hay silencio. La ausencia de su única esperanza, aunado a la oscuridad y confusión de su alma simbólicamente hablando; todo esto a Jesús, le duele hasta lo más hondo de su ser, por lo cual externó, “siento en mi alma una tristeza mortal”. Se percibe abandonado por quien más fuertemente lo sostiene; no hay más pilar, brújula, timón. Su impotencia se manifiesta en temblor, sudor mezclado con sangre, lágrimas … Que gran semejanza del dolor, entre el hombre y Jesús. Fuimos hechos para identificarnos en todo, con el hijo del omnipotente, para descubrir el tesoro de sabiduría, desafío, virtudes, la gloria que papá Dios revela en su aparente silencio a su hijo, a usted, a mí; oculto en el Getsemaní. seminarios y conferencias presenciales y virtuales relacionados con el tema www.grandezaydignidad.com  You Tube Rosa María Ordaz, “el esplendor de la palabra”, You Tube “Mundo Católico” “testigos de la verdad” SPOTIFY Rosa María Ordaz, Instagram rosa_m_ordaz, Twiter @RosamaríaOrdaz5, Facebook Rosa María Julia Ordaz, IVOOX Rosa María Ordaz,

 

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