NAVIDAD EL ABRAZO DEL CIELO Y LA TIERRA

Por Rosa María Ordaz

Este Dios que se hace niño, gracias a la grandeza de su humildad, puede curar el dolor, el vacío del alma y sacar de nuestras ruinas o heridas lo mejor de nosotros en vías de una transformación gloriosa como personas.

Amar, pero amar como ama Dios y como amó Cristo, es en cierto modo, poseer ya el cielo aquí en la tierra (R. Guardini)

Navidad, es la el nacimiento de Jesús, el nacimiento de la esperanza, la promesa de tiempos mejores para cada uno de nosotros; gracias a este precioso Dios que se hace niño por amor a sus hijos. Celebramos la maravillosa reconciliación entre el creador y el hombre, junto con el regalo esperado por la humanidad; la paz, el derecho y la justicia; transformado en Obsequio oblativo.

La estela y el perfume de esta divina hermosura, nos entrega el cielo y, Él mismo se hace   cielo en la tierra especialmente en el alma en quienes Él renace.

Impacta ver a través de los medios de comunicación programas en los cuales se hace referencia a la necesidad que tenemos todos hacia la reconciliación, se muestran testimonios de personas, que anhelan abrazar a un ser alejado o dividido por los malos entendidos, los rencores acumulados a lo largo del tiempo. Observo las vivencias opuestas al caso anterior, testimonios de aquellos que no quieren perdonar y se cierran totalmente al dialogo. Veo una serie de televisión en la que el veredicto final del juez acabó con la esperanza de justicia de una familia, que; al escuchar la sentencia se va contra el victimario para consumar por sus propias manos ¿La justicia o venganza frustrada?

De acuerdo a estadísticas generales; la época de navidad es cuando un porcentaje muy elevado de seres humanos, tienden a niveles agudos de depresión. Mi experiencia al vivir en diferentes países, confirma esta problemática psicológica, resulta alarmante descubrir los niveles tan elevados de necesidad de amar y ser amados que sienten millones de personas por diversas causas.

El objetivo principal de mi mensaje, evoca ese romance de amor y belleza entre Dios y el hombre (manifestado en la preciosura de su hijo), revela que este hijo, puede curar el dolor, el vacío del alma y sacar de nuestras ruinas o heridas lo mejor de nosotros en vías de una transformación gloriosa como personas.

La paz es el más preciado de los bienes, llega a través del amor y, éste, nos coloca en estados de bienaventuranza gloriosos. Paz a los hombres de buena voluntad.

Está navidad usted, puede hacer posible que el cielo y la tierra se abracen en su corazón, gracias a la reconciliación. ¡Que tenga una auténtica, serena y hermosa navidad! Mayores informes www.grandezaydignidad.org , You Tube Rosa María Ordaz, You Tube programa “testigos de la verdad” por canal “Mundo Católico”; Instagram rosa_m_ordaz, Twiter, @Rosamariao65123, Facebook Rosa María Julia Ordaz, Spotify Rosa María Ordaz.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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