HAGAMOS UN ALTO A LA VIOLENCIA VERBAL, CULTIVEMOS EL RESPETO Y LA TERNURA

(Por Rosa María Ordaz)

 

En esta tarea de la educación por los valores como el respeto, nos jugamos nuestro destino como pueblo y nuestro grado de civilización (H. Ospina)

 

“Estimado lector (a) urge promocionar a niveles muy altos de vida el respeto hacia la persona. Así como una donación o entrega  en el servir del Ser, traducida en amor; esto nos eleva a la cota más alta de perfección oblativa” (A Quintás).

Invito cariñosamente a cultivar y fomentar estos valores en nosotros. Elegí el tema mencionado porque al ahondarlo confirmé cuan hermosa, respetuosa y educada es la ternura, la cortesía y cuan carentes estamos cada vez más de ellas.

 Todos necesitamos una cierta dosis de estas virtudes en nuestra personalidad, porque dicha cordialidad hace sentir bien a los demás y provoca entusiasmo en las relaciones interhumanas; aparte de que indiscutiblemente un rostro alegre acompañado de una sonrisa, un vocabulario atento, cuidadoso, el buen esmero y la fina atención por parte de quien lo expresa; inspiran la gratitud junto con los auténticos y buenos deseos del beneficiado; hacia quien le emitió un mensaje de esta calidad; asimismo aviva en el receptor el anhelo de suscitar nuevamente un encuentro con la experiencia producida, gracias a la ternura y respeto manifestadas en dicho encuentro.

Igualmente podríamos comparar una circunstancia de un agradable trato recibido en un negocio, fabrica, restaurante, instituto,  hotel etc.

Apreciable leyente; evoque, recuerde una situación en la que usted haya percibido lo opuesto, asocie una circunstancia en la que se hayan referido a usted, con gritos, una cara enfadada,  una mirada de  ¿No entendió? “No tengo tiempo para ti”. << Obviamente estos vocablos nunca son expresados por los faltos de cordialidad, pero su personalidad lo protesta fuertemente  por medio de su lenguaje verbal y corporal>>. Hagamos un alto a la hostilidad y agresión verbal. Al final “nos comeremos nos propias palabras”

Algunas personas tienen temor de expresarse con ternura y respeto sobre todo con la primera, piensan que estas cualidades les resta autoridad; tienen un paradigma equivocado de estas virtudes, las confunden o mejor dicho las asocian con una personalidad blanda, que les restaría mando y respeto, prefieren adoptar actitudes duras, se ponen la mascara recia para amedrentar a sus subalternos, otros, creen que la ternura los vuelve vulnerables y prefieren adoptar apariencias duras porque piensan que así, tendrán todo bajo control. Conozco casos en los que ciertos leadership líderes les agrada ser groseros, inurbanos, y, cuando sus subordinados les solicitan un poco de cortesía, ellos simplemente argumentan  – así soy yo, es característico de mi cultura, ya deberían de estar acostumbrados- Lamentablemente con esta actitud lo único que consiguen es alejar a las personas, perder verdaderos amigos, bloquean la comunicación crean tensión en los ámbitos laborales. Además si relacionamos este perfil de más vale hacerse respetar que hacerse querer con unos padres de familia cerrados totalmente a la ternura; estos cortocircuitan las relaciones familiares.  La cordialidad, respeto y ternura pueden ir muy bien unidos a la firmeza, determinación, seguridad en sí mismo y a la solidez de convicciones, cultivémoslas sin temor a fomentarla. Seminarios y conferencias relacionados con el tema  www.grandezaydignidad.org  , You Tube canal «Mundo Católico» programa «Testigos de la verdad», You Tube canal Rosa María Ordaz, Instagram rosa_m_ordaz, IVOOX Rosa María Ordaz, Spotify Rosa María Ordaz, Twiter @RosamariaOrdaz5,

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