(Por Rosa María Ordaz)
Ahondaré los valores éticos, humanos, cristianos del sufrimiento en el hombre, en particular a las personas denominadas mártir, por su temple de acero hacia una causa esplendorosa: el amor a los demás, la donación de sí, mismos; junto con la gratitud a quien entrego su vida y el alma entera, con una cruz a cuestas por amor a ellos, a la humanidad. Lo más sorprendente del dolor, son los perfectísimos niveles de inteligencia emocional que alcanzan dichas personas aunado a la metamorfosis o, transformación espiritual, madurez, que trasciende la dureza e injusticia de cualquier escenario, en un contexto de paz.
Normalmente en continuas ocasiones, no podemos cambiar las situaciones adversas que experimentamos, sin embargo; si, podemos cambiar nuestra percepción de esos entornos dolientes, en una vivencia esperanzadora, llena de significado, riqueza infinita, pero sobre todo trascendencia intelectual, espiritual propia, hacía el ámbito de la verdad. Los maestros ocultos en el sufrimiento físico y moral, son el desafío, la superación, los retos, la fortaleza, etcétera. El mundo místico es complejo, ilógico, caprichoso, antagónico. Jesús al ser cuestionado por Pilatos, – ¿Tú eres Rey? – Él, afirma, tú lo has dicho, pero mi reino no es de este mundo -. Él, se refería a un mundo poderoso que todo lo vence, conquista, sana, supera, resucita; el mundo de las cosas eternas. No podemos adentrarnos en esta gloria, si, primero no pasamos por la escuela de entrenamiento, capacitación llamada sufrimiento. La realidad de nuestros cinco sentidos es finta. Nos atormentamos por las vivencias del mundo físico, estamos desconcentrados de la promesa a cada uno de nosotros, “confiad yo he vencido al mundo”. La visión auténtica y exquisita de un verdadero desarrollo humano, es la siguiente: San Pablo nos da a entender que nos sobrevienen pruebas pluridimensionales; estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; en problemas pero no desesperados, aparentemente derribados, pero no fuera de combate. Aprendamos a Identificar los verdaderos contextos por medio del amor en su esencia e intencionalidad más pura (Dios). Estimado lector, el amor vence, las cobardías, los miedos, las inseguridades, victimismos; nos conquista a nosotros mismos, moldea hacia la plenitud y eternidad. Todo esto es parte, de la belleza escondida en el dolor. Mayores informes conferencias y seminarios relacionados con el tema, www.grandezaydignidad.com, You Tube Rosa María Ordaz, www.mariavision.com programa “el esplendor de la palabra” IVOOX Rosa María Ordaz, Facebook Rosa María Julia Ordaz