Por Rosa María Ordaz
*La familia es un don y esperanza de la humanidad (Ennio Antonelli)
La familia es garantía de futuro para la sociedad, en ella se forman y edifican los valores; debido a que es un grupo de encuentros, en el cual compartimos con el otro lo que somos y lo que hemos sido. En este clan comienza a formarse la identidad del niño, la niña, aquí el ser humano es aceptado y amado por sí mismo; además, este pequeño (a) descubren los valores de la solidaridad, la justicia, el servir, el donarse a los demás, el perdón, la lealtad etcétera.
Resultado de esto, los niños comienzan a socializarse en un reino de paz, en un fructuoso intercambio de ideas y experiencias.
La familia es una comunión de personas, persona; es un ser humano racional, con voluntad propia e inteligencia, determinativo, auto determinativo, asertivo, libre. Dicha persona, posee un código de ética sólido, fundamentado en la verdad y el amor, tales estatutos, valores aprendidos en familia; le permite desarrollar capacidades, trascender las vicisitudes, extenderse genética, intelectual, profesional, espiritual el tiempo hacia la eternidad.
La familia es el núcleo donde se rebela la identidad de unicidad e irrepetibilidad de cada hombre, descubrimos tal belleza y riqueza cuando tomamos conciencia primeramente que el hombre es y será siempre la única criatura en la tierra a la que Dios ha querido por sí misma. Esto hace que el hombre desarrolle una relación con el Creador y produce en su interior una identidad que lo auto refiere y conduce a encontrarse consigo mismo. El Ser humano descubre que su auténtica libertad, dignidad, trascendencia se encuentran en su Creador, pero ante todo en la semejanza de su natura a Él.