(Por Rosa María Ordaz)
Roma, ciudad del Vaticano, en la parroquia de Santa Ana en ciudad del Vaticano, el Cardenal Angelo Comastri impartió la misa para conmemorar el día de San Joaquín y Santa Ana. Con emotivas palabras resaltó el valor de la familia, como el núcleo que nutre y forma en valores a su descendencia.
Comastri, expreso hondas reflexiones con las que sacudió las conciencias de todos los presentes. Habló en dos directrices, en la transmisión de patrones de conductas en el seno familiar. Evoco su infancia en casa con sus padres, reconoció que su madre fue la verdadera educadora de su vida. Menciono con nostalgia y lágrimas en los ojos, sus vivencias de niño y el cariño en el que creció en la fe.- Rezábamos juntos el rosario misterio por misterio; me enseño el poderoso valor de esta oración. Además de las valiosas bendiciones, que una mujer llena de Dios traslada a sus hijos. Las cuales la mayor parte de ellas, la familia no se imagina el poder que tiene este signo en su estirpe, se convierte en un sello de protección hacía los hijos. Estos desconocen lo que significa tal invocación de prosperidad y amparo hacia ellos. De saberlo, ningún hijo saldría de casa sin pedirla a sus progenitores. En el buen sentido de la palabra la arrebatarían a sus padres -. He interpretado su valioso mensaje. Además, el Cardenal apunto lo que refiero en el siguiente parágrafo.
Este artículo, estoy segura; nos recuerda experiencias de la infancia; cuando aprendimos a dar gracias, tal vez a juntar nuestras pequeñas manos para orar, el beso y bendición de papa, o mamá antes de dormir; algún valor de índole espiritual que dejo una huella en nuestro corazón; la cual se mantuvo como pequeña luz, que nos hace regresar a “casa” (al profundo sentido del ser humano), en un determinado momento de nuestra existencia. Aún si hubiésemos carecido de este tesoro, lo salvamos en la esencia de nuestra alma.
La segunda directriz que acentuó el Cardenal Angelo: refirió la dura realidad de la otra cara de la familia, lamentablemente en esta pequeña comunión de personas se provocan las más dolorosas heridas, en su seno de interacción entre cónyuges, hijos, hermanos; bullyng de padres a hijos y viceversa. En su muy larga trayectoria como sacerdote, Comastri describió el dolor de los jóvenes por el divorcio de sus padres; la impotencia de ellos ante la separación, el alcoholismo, violencia, adulterio, abandono, abuso de poder, rechazo etcétera de sus papás. Atmosfera en la que crecieron los hijos “programados” a lo que recibieron y a continuar lo que aprendieron.
La esperanza siempre esta muy cerca de nuestro corazón, las buenas noticias nos acompañan en todo momento, nunca estamos totalmente vencidos ni derrotados, por el contrario, lo encantador de la filosofía de las vicisitudes, es, que; precisamente en lo antagónico, descubrimos respuestas a los porqués, junto con una luz que ilumina; para rescatar lo que perdimos en el camino. Si, no, nos perdemos no podemos encontrarnos o reencontrarnos. El reencuentro con uno mismo es exquisitamente fascinante. Aquilatamos, revaloramos, amamos, nos re – enamoramos… gracias a la metanoia espiritual del alma. Volvemos al dulce regreso a casa de la infancia, a retomar aquello que el Cardenal evoco con lágrimas en los ojos “los valores que realmente sanan al hombre”. Mayores informes www.grandezaydignidad.com Rosa María Ordaz You Tube programa «testigos de la Verdad» por canal «Mundo Católico», You Tube canal Rosa María Ordaz, You Tube “el esplendor de la palabra” Instagram rosa_m_ordaz, Twiter @rosamariaOrdaz5, Spotify Rosa María Ordaz, IVOOX Rosa María Ordaz, Facebook Rosa María Julia Ordaz, ordazrosamaria@gmail.com