(Por Rosa María Ordaz)
Brenda del Río, Dra. Chinda Brandolino, María del Himalaya, recapitularon con estilo magistral, la elegancia de ser mujer desde la óptica intelectual y espiritual. Una delicadeza femenina que aboga por sus derechos, con el poder de la ternura y la humildad; legado de un imperio de esperanza en la Biblia, a través de Ruth, Esther, María, Raquel, figuras referentes de justicia, claves en la liberación de sus pueblos, envueltas en conmovedores escenarios históricos sin violencia. Estas heroínas nos exhortan a ganar cualquier batalla con el poder de sus virtudes místicas, amor, respeto y pasión al creador.
Continuación del artículo publicado el domingo 31 de marzo, titulado “Día Internacional del Niño Por Nacer”. Chinda Brandolino, fue otra de las ponentes, líder Iberoamericana, la cual nos compartió la riqueza de sus conocimientos como médico forense legista de Argentina, médico clínica homeópata, Docente, Cátedra de Geografía Humana de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Católica de la Plata. Miembro Fundador de la Cátedra y asesor médico legal del Instituto de Bioética…
Chinda, cerro el evento mencionado desde la perspectiva religiosa, paralelamente desmenuzo, los niveles de antivalores que destruyeron poco a poco nuestra feminidad.
Fue una experiencia fascinante, identificar el papel de la iglesia, la cronología de los tiempos junto con la evolución de los mismos, desde el inicio de la creación, hasta el actual siglo XXI, aunado a los ataques de las distintas corrientes ideológicas a este sistema religioso, así, como los periodos históricos con sus directrices filosóficas, culturales, teológicas, los reinados, la civilización, las guerras, epidemias, persecuciones y más contra el cristianismo.
El honor y la dignidad femenina fue decreciendo dentro de la iglesia, resultado del peso que adquirieron los movimientos que emergían en las distintas etapas de la historia; en el ámbito político y científico, los cuales buscaban emancipar a la mujer, otorgarle derechos a cambio de “liberarla”.
Fuimos “liberadas”, sin embargo; lamentablemente también perdimos nuestra identidad más profunda como hijas de Dios, los sistemas, nos dirigieron a pensamientos ilusorios en pro de la libertad exterior, pero, nunca nos hablaron de libertad interior, como la virtud más importante a conquistar cada una en nosotras mismas; para encontrar el sentido bidimensional espiritual y físico que conlleva a la auténtica plenitud de ser mujer.
La Revolución Industrial, La Edad Media, El Renacimiento, las Clases Sociales, omitieron el tema de nuestra renuncia como seres femeninos a derechos suplantados, que eclipsaron nuestra madurez psicológica, desarraigándonos de los valores sagrados que nos impedían lograr el culmen de nuestra “Inteligencia Emocional”, “Inteligencia Creativa” como mujeres, virtudes fundamentadas en la perfecta y prodigiosa escuela de la Cruz.
Brandolino apunto al 8 de marzo como uno de los movimientos que nos robó la autoridad y verdad como mujeres. Esta corriente, en nombre de su causa y filosofía violenta e inmoral no representa la verdadera cruzada de justicia por la que clamamos las mujeres. Enumero poderosos personajes de la Biblia como Ruth, Esther, María, Raquel, figuras referentes de justicia, claves en la liberación de sus pueblos, transformación de sus escenarios históricos sin violencia. Estas heroínas nos exhortan a ganar cualquier batalla con el poder de sus virtudes místicas su amor, respeto y pasión al creador.
Jamás vamos a perder nuestra grandeza de ser mujer, autoridad, valía, asertividad.. cuando vivimos orientadas y sustentadas por la belleza de la Verdad.
Agradezco a Rosy Lozano por su exitosa convocatoria para este evento. Los invito a ver este valioso programa Con Brenda del Río, el cual apunta y atesora el contenido de este artículo.
Mayores informes www.grandezaydignidad.org , You Tube canal Mundo Católico programa “Testigos de la Verdad”, You Tube canal Rosa María Ordaz, Instagram rosa_m_ordaz, Twiter X, @RosaMariao65123, Facebook Rosa María Julia Ordaz
