Por Rosa María Ordaz
Estimado lector desde Viena lugar donde he realizado una serie de investigaciones relacionadas con el verdadero valor de la persona humana; le describo el testimonio sublime de un hombre que supo transformar uno de los aguijones más desgarradores del dolor en una primorosa escuela de madurez, adiestramiento y consolidación del Ser, me refiero al doctor Víktor Emil Frankl él nació en Viena el 26 de marzo de 1905 y murió el 2 de septiembre de 1997, era de origen judío; estudio medicina en la universidad de Viena se especializó en neurología y psiquiatría. Frankl sobrevivió el gran holocausto hebreo de 1942 a 1945; gracias a sus investigaciones tuvo la oportunidad de evadir el terrible conflicto nazi, pero renuncia a tal privilegio cuando reflexiona el dilema en el que se encuentra, huir de una tragedia en pro de la ciencia o permanecer en Viena al lado de sus padres hasta el final. Víctor decide quedarse y acompañarlos en el atormentado destino que les espera juntos.
En 1942 él y su familia son deportados a Theresienstadten un campo de concentración cerca de Praga; después a Auschiwtz y por último a Turkheim. Gradualmente va perdiendo a sus padres y a su esposa en circunstancias muy crueles. Víktor medita y analiza su vida en los campos de concentración desde la perspectiva de un psiquiatra, el conflicto más agudo e inhumano de su vida marca noblemente su trayectoria médica y su existencia. El doctor Emil dice “Yo clamaba por justicia como una voz en el desierto” clamaba a la vida el porque del sufrimiento a niveles inexplicables de horror.
La dimensión espiritual de Emil se orienta al significado del dolor, a la razón de ser del mismo y a desentrañar la fuerte presencia de un Dios aparentemente ausente. El resultado de este asombroso discernimiento es la “Logoterapia” instituida en las cavilaciones mencionadas; la Logoterapia adquiere un peso científico relevante es considerada la tercera escuela Vienesa de Psicología, después del Psicoanálisis de Freud. Frankl aporta a la humanidad uno de los razonamientos más sorprendentes que revela la principal desdicha y penalidad de la humanidad acierta al núcleo fundamental del problema interior del hombre la falta de sentido en el sufrimiento, científicamente confirma que mientras el hombre no descubre el porque o para que de sus desdichas y pérdidas este hombre vive en un vacío existencial, en una confusión, en una oscuridad, es decir vive en el sin sentido esto le ocasiona un angustioso conflicto interno que le impide alcanzar la paz que continuamente busca. Estimado lector este es el legado de riqueza intelectual y espiritual que le transmitió a Frankl su vivencia en los campos de concentración: publico más de 30 libros, traducidos a diferentes idiomas, impartió cursos y conferencias por todo el mundo, recibió 29 doctorados Honoris Causa por distintas universidades, fue profesor de 5 universidades en E.U. … etc. Querido leyente deseo que este artículo lo haya sensibilizado profundamente para que pueda descubrir que todos sus infortunios tienen una razón valiosísima de ser, y llene su vida de este tipo de riqueza, sentido y esperanza.