TODO LO QUE NO SE OFRECE ESPIRITUALMENTE A DIOS SE MUERE.

(Por Rosa María Ordaz)

Nos hemos cuestionado siempre, existe alguna forma de sobre llevar el duro peso
de las responsabilidades y reveses de la vida, tales como las enfermedades, pérdidas , los
grandes desengaños, impotencias, frustraciones, injusticias, tomas de decisiones etc. El
néctar de la vida es precisamente lo anterior expresado, las adversidades nos orillan al
desafío; éste nos convierte en seres creativos, el resultado de la creatividad es la
transformación de las situaciones y de la propia persona. En el título de mi artículo está la
respuesta a los temores y oscuridades de las problemáticas humanas.
Una enfermedad terminal que se ofrece a Dios por la redención de la familia, la liberación
de un hijo en las drogas; se convierte en un fin sublime, llena de gran significado la
aparente tragedia de la persona; dicha tragedia se convierte en el motor que llena de
esperanza la irreversible enfermedad terminal; cambia un escenario desolador por uno
lleno de propósitos dignos e insuperablemente infinitos.
El dolor y la nostalgia de la muerte de un ser amado, ofrézcalo a Dios; en reciprocidad, por
su amor manifestado en la entrega de su amado hijo, por la salvación del mundo, de usted
mismo, su propia familia y más. Esta inspiración nos hace empáticos con el dolor del
creador, al identificamos con él, desaparece nuestro egoísmo, impotencia, depresión;
renacemos a la humildad, eclipsamos el victimismo, emerge la autenticidad del espíritu,
esto, llena de paz el corazón atormentado e inquieto. Ofrecer o consagrar lo doliente de
nuestra vida, resucita todo lo muerto y frustrado de la existencia. La acción de
intercambiar el sufrimiento, lo que no quiero, lo que me queda, por ideales humanos y
espirituales eternos nos llena de un gozo permanente que no puede ser arrebatado por
nadie o perderse en la nada.
Regalar es donar, desprendernos de algo, ocurre lo mismo cuando decido entregar lo más
injusto que me ha sucedido, aquella vivencia desgarradora para lo cual no hay anestesia,
porque sólo el amor y la humildad la aquietan. Negóciela, ofrézcala por objetivos, causas
loables que lo transformen, construyan interiormente, ejemplo: (la conversión de sus
hijos, la sanación de un ser entrañable, el crecimiento de la humanidad en virtudes,
conciencia de los valores trascendentales, etc.) aquí se gesta uno de los milagros más
sorprendentes en usted, aprendió a soltar, entra en una dimensión de libertad que sana
los apegos que esclavizan a la mentira, condicionamientos y al sufrimiento.
Ofrendar todo lo adverso, llena de amparo, confianza; le sucederán cosas sobrenaturales,
maravillosas; aprendió a existir en el ámbito de la gracia, lo bienaventurado y eterno.
Se pregunta cómo puedo creer o conocer esa dimensión ¡Ya lo ha experimentado de
distintas maneras! Las experiencias divinas a todos nos pasan, lamentablemente la
conciencia no estuvo consciente de esas pequeñas iluminaciones; no trascendieron a su
alma, porque no había tiempo para la gratitud, pero ante todo nunca hubo tiempo para la
oración, para Dios. Él nos conecta con nuestro verdadero linaje, somos hijos de un Todo
Poderoso que nos muestra y educa a movernos primeramente en el escenario espiritual.
Ofrezca todo por los intereses de Dios, detallados en este escrito, asómbrese de la ternura
y misericordia de este Padre, déjese amar, sorprender, conquistar por este amor eterno
por el que usted es amado. Mayores inf. www.grandezaydignidad.org, You Tube “Testigos

del amor” por “Mundo Católico”, You Tube Rosa María Ordaz, Facebook Rosa María Julia
Ordaz, Instagram rosa_m_ordaz, Twiter @RosamariaOrdaz, Spotify Rosa María Ordaz

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.