ENTREVISTA A VALENTINA ALAZRAKI BENEDICTO EL SUMO PONTÍFICE Y BENEDICTO EL HOMBRE

ENTREVISTA A VALENTINA ALAZRAKI BENEDICTO EL SUMO PONTÍFICE Y BENEDICTO EL HOMBRE

VALENTINA ALAZRAKI

(Rosa María Ordaz)

 

Rosa María Valentina  en  tu vasta experiencia como corresponsal de TELEVISA, después de seguir tan de cerca a dos grandes pontífices: primero a Juan Pablo II y después a Benedicto XVI.  Como periodista ¿Llegaste a conocer si previo a la renuncia del actual Papa, algunos de sus predecesores habían contemplado la posibilidad y necesidad de renunciar por los mismos motivos de Joseph Ratzinger?

 

Valentina Alazraki

Benedicto ha reflexionado muchísimo y está consciente de que su resolución es una decisión  grave, difícil e importante para la iglesia. Lo único que te puedo manifestar es que se trata de una decisión sumamente importante, va a tener repercusiones trascendentales; porque indudablemente esto abre un camino en el catolicismo.  Es obvio que sienta un precedente, ya que el Código de Derecho Canónico tiene contemplada la renuncia de un Papa, sin embargo también es cierto que en los últimos seiscientos años ningún Papa lo había hecho.  Pero, sí te puedo decir que los últimos tres pontífices habían estudiado este problema. En lo particular, a mí me toco seguir muy de cerca esta fase y probabilidad  de dimisión, en la que Juan Pablo II nombro una comisión de cardenales, pudiéramos decir casi secreta;  nadie lo supo en su momento, debido a la discreción del caso y muy entendible por la dimensión de sus consecuencias. Después nos enteramos a través del testamento de Juan Pablo II, que él había nombrado cerca del año dos mil, una comisión de cardenales para que estudiaran esa posibilidad de renuncia, ya que obviamente el Papa se daba cuenta de que su situación física estaba obviamente encaminada a una declinación de sus fuerzas  y por su enfermedad  se agravaba  más su situación de salud.

 

Rosa María, Valentina ¿Cuál es tu opinión acerca del final de ambos Papa como Vicarios de Cristo: por un lado uno, Juan Pablo II hasta la muerte, y  otro, Benedicto XVI que se retira al percibir que su vida y sus fuerzas se consumen, con facultades intelectuales asombrosas y una vida que se extingue poco a poco.       

Valentina Alazraki

Sabemos que el estado de Karol Wojtyla Juan Pablo II, era más delicado que el estado actual de Joseph Ratzinger. Hago un breve paréntesis para retomar el caso de posible renuncia contemplada por Sucesores de Pedro en argumento de enfermedad, y también ya  propuesta en su momento a los cardenales por el Sumo Pontífice anterior a Benedicto XVI.

Al final del estudio, los cardenales se juntaron con el Papa Juan Pablo II y le dijeron que no era aconsejable que un Papa renunciará. De hecho el mismo Papa bromeando con nosotros los periodistas aludiendo este tema, incluso también con sus médicos. Llego a decir que había decidido que no era factible su renuncia porque en la iglesia no había lugar para un Papa Emérito. Yo, a lo largo de estos ocho años durante el pontificado de Benedicto XVI; pensé mucho en esta frase, creo que Juan Pablo II en su momento tuvo razón por el cariño y el seguimiento que tenía por parte de los fieles  sumado a su gran liderazgo. Hoy, imagino que si Juan Pablo II hubiese quedado vivo en un convento como Papa. Dos Sumos Pontífices vivos pudiesen suscitar una especie de sisma dentro del catolicismo. Te reitero conociendo el gran seguimiento y la gran atracción y el carisma por la que  seguían los católicos de todo el mundo a  Juan Pablo II;  yo pienso a un Karol Wojtyla viviendo en un  monasterio, probablemente dos figuras de esa talla, habría sido algo complicado tú, me entiendes.

Rosa María, Valentina podrías ahondar un poco más respecto al tema, acerca del final de estos dos pontificados en circunstancias tan distintas, las cuales nos dejan mucho para reflexionar

Valentina Alazraki

 Afortunadamente los tiempos han cambiado, la personalidad de cada uno fue y es diferente, las situaciones y sus circunstancias propias de cada Vicario de Cristo son distintas. El Papa Benedicto ve el pontificado de otra manera, está consciente de que el Sumo Pontífice tiene que dar al máximo todo lo que pueda dar.  En estos momentos Benedicto XVI ya no se siente en esas condiciones y quiere dejar el camino libre, seguramente para un hombre más joven o sencillamente una persona con mayor vigor físico. Por otra parte hablando en capacidades  intelectuales, él posee una lucidez extraordinaria, en días pasados asistí a una lección magistral que dio a los sacerdotes de la diócesis de Roma, Benedicto estuvo hablando e improvisando durante 45 minutos sobre su experiencia en el Concilio Vaticano II, tratando todos los temas que se estudiaron en dicho Concilio con una claridad impresionante. No estamos hablando de un Papa que vea disminuidas sus facultades intelectuales, de ninguna manera. Su problema es de índole físico el cual nos evidencia este tipo de decadencia en él. Esto, nosotros lo hemos visto en los últimos meses, un Sumo Pontífice más delgado, que tiene problemas para caminar debido a la artritis, se ve cansado, cada día más frágil, eso es totalmente cierto. Pero, obviamente él mismo lo ha dicho, que su decisión fue una determinación muy difícil. La respeto porque la ha tomado con una gran humildad después de mucha oración, profunda reflexión y ha repetido varias veces que él lo está haciendo por el bien de la iglesia. Yo no soy nadie para saber que significa esto y que significa el bien de la iglesia, le admiro sus dones intelectuales, pero también él, sabe que son vitales las virtudes físicas para dirigir a la iglesia.

Si un hombre como Joseph Ratzinger tomo esta decisión, indiscutiblemente él está totalmente convencido de que él ya no puede dar lo mejor en el sentido físico.

 

Rosa María, Valentina ¿Cómo han percibido los feligreses católicos, personas en general y los medios de comunicación en Roma y Europa la renuncia de Benedicto XVI?

Valentina Alazraki

Creo que a pesar de las comparaciones y controversias Europa y Roma lo han tomado con madurez. Tenemos dos decisiones Papales, por un lado Juan Pablo  II y Benedicto XVI, las dos merecen todo nuestro respeto tanto la de Juan Pablo II quien dijo que Cristo no se bajo de la cruz,  él continuo hasta el final. Sin embargo también la de Benedicto es admirable, valiente y comprensiva, Joseph Ratzinger tuvo el valor de romper con una tradición que llevaba 600 años, que ningún Papa hasta este momento en estos siglos había renunciado. Las dos elecciones son fruto de de una gran reflexión, oración y meditación. Hablo de estos dos porque innegablemente son los dos pontificados que me ha tocado vivir. Sé que Juan XXIII también pensó en la renuncia y el Papa Pulo VI de igual manera la estudio. Es un tema que comprensiblemente los Papas trabajan cuando llegan a cierta edad y ven que su vida se está apagando y su salud se va disminuyendo, es obvio que un Pontífice tiene que pensar en esto. Ahora que esto ya sienta un precedente, seguramente se fundamentará, porque a partir de este momento llegará un día en que el Papa no se sienta con la capacidad moral, intelectual, psicológica o física de gobernar a la iglesia, podrá tomar esta decisión con más facilidad como ejemplo del gran esfuerzo que seguramente le habrá costado a Benedicto XVI. Esta es mi percepción. Sin lugar a dudas es un gesto de valentía y de humildad el Papa nos ha dicho en estos días que la iglesia es de Cristo no es del Pontífice y que él tiene toda la esperanza de que el próximo Vicario de Cristo que vendrá, sabrá hacerlo en estos momentos con mayor eficiencia; utilicemos esta palabra, pero te repito así es lo que estamos viendo y viviendo estos días aquí en Roma y en Europa.

Rosa María, Valentina prácticamente podemos decir que acompañaste en todos sus viajes a estos dos Sumos Pontífices. Qué más puedes decirnos del lado humano de un Papa, me refiero a lo que en ocasiones no entendemos, como su fragilidad ante la enfermedad.

Valentina Alazraki

Las personas están un poco desconcertadas por la decisión del Papa y todo lo que ha acontecido en torno a esta, es normal porque es una disposición que te repito seguramente no ha sido fácil para él realizarla, pero en Roma abre también un poco una discusión, tal vez nosotros como seres humanos quizá, estábamos un poco acostumbrados a un carácter un poco sagrado de la figura del Papa. Sí, era Sucesor de Pedro porque Dios lo puso ahí y el Espíritu Santo, éste, sería Papa hasta el día de su muerte; ahora, esta concepción cambia un poco. En mi opinión personal, desde el pontificado de Juan Pablo II, nosotros los periodistas descubrimos que detrás de un Papa también había un hombre, una persona. Me refiero al hombre enfermo que usaba bastón, que le temblaba la mano, dificultad para caminar, con problemas respiratorios, sondas, tubos, traqueotomía… Pero ambos Papas con un amor único y entrañable por la iglesia los cuales se dieron por ella, hasta el final de sus vidas.

Mayores informes, rosym95@hotmail.com  www.grandezaydignidad.org  You Tube Rosa María Ordaz www.radiochronos.com.mx programa testigos del amor

 

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